Y es que plantar tabaco y lograrlo, no es nada fácil. (…) es un cultivo de requisitos extremos que tiene su momento climático y cuando pierde su espacio vegetativo, la temperatura de crecimiento y sus constantes ambientales, nada marcha igual”. Así lo considera José Herrera, ingeniero agrónomo y director agrícola de la Tabacalera de Mantua.
“Hilar fino, no perder el libre pie, apostar al rebrote y cosechar hasta la última hoja. Lo demás se decide en la preindustria y en la selección para la exportación. Esa es la segunda batalla más importante”- dice Braulio, un conocedor que, no obstante, no se amilana.
El año se perfiló difícil: primero mucha lluvia, después la sequía y finalmente, la inestabilidad en el suministro de combustible. Los campesinos del valle de Montezuelo, acostumbrados a grandes cosechas, han tenido que trabajar muy duro, pero la buena noticia es que muchos ya comenzaron la recolección.
“El combustible falló mucho, pero los fitoquímicos fueron más estables- dice el ingeniero Herrera Alvaro-Díaz- Algunos campesinos tuvieron dificultades con el segundo abono, eso ya lo solucionamos. Pero la realidad es que se perdió mucho y hubo que comenzar otra vez, casi desde cero”.
Las Unidades Empresariales de Base de Dimas y Arroyos de Mantua ya recolectan. En Montezuelo las casas de tabaco reciben los primeros cujes de una batalla productiva, obligada a lograr una campaña eficiente, con menos de la mitad de lo tradicionalmente plantado.
1- Que no debe utilizar un lenguaje ofensivo.
2- Que debe ajustarse al tema del artículo.
El gobierno municipal de Mantua se reserva el derecho a no publicar los comentarios que incumplan las políticas anteriores.