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Arroyos de Mantua es un pueblito marinero, bañado de sol y mar; rodeado de vegas, manglares y esteros, pleno de mujeres bellas y hombres de salitre y manos callosas, acostumbradas a las jarcias, el remo y el cordel.

Hoy es difícil llegar a la villa marinera. Un vial en malas condiciones, en el que se estrellan las gomas de los autos y cuanto presupuesto se destina a rellenar millones de baches, puede quitarle las ganas al más osado.

Pero allí vive gente linda, necesitada, polémica; personas atadas a esta orilla hermosa y agreste del Caribe, con las que conversar es fácil, porque, no mienten, van al grano, y saben llorar, aunque no creen en lágrimas.

Noemí, Alexei y Dania son conocidos en Arroyos de Mantua.

Desde sus cargos en la dirección de la #AsambleaMunicipal, acompañan a las autoridades de esa localidad en el contacto directo con los pobladores.

La gente plantea disímiles problemas en los que les asiste toda, o un poco de razón, pero los plantean, porque tienen el derecho y la confianza en quienes escuchan.

Y hay de todo, desde la señora que necesita un colchón para la bebé, Raúl, que necesita gas para el fogón que le regaló la seguridad social, hasta el pescador que reclama todos los grupos electrógenos del territorio para la pesca, porque ellos, "después, resuelven el petróleo".

Los compañeros del Partido, también están en Arroyos.

Tenemos un intercambio breve en la misma calle. Al frente, la primera secretaria Liusmara Rodriguez Soriano. Ellos van a sus tareas. Nosotros continuamos.

Hoy ocurre algo importante: Bárbara recesa como presidenta del Consejo Popular, y entrega el mando a Liobeidys, joven nacida y criada en en Arroyos de Mantua.

Son tiempos difíciles para “jefear”, por eso creo que, en estos momentos, el sexto sentido del pueblo ha dado la peor de las batallas a sus mejores guerreras: las mujeres.

También se atienden otros asuntos: se pregunta por el restaurante del Sistema de Atención a la Familia y los problemas que causa la falta de fluido eléctrico, fundamentalmente al bombeo de agua.

Afortunadamente en Arroyos hay una buena cantidad de pozos artesanos y la gente resuelve, aunque algunos se han secado y en los barrios más elevados ya escasea el líquido.

Casi al marcharnos, un café, en casa de Remberto Abreu Boza. Allí lo fotografiamos junto a una planta exótica que lleva años en la familia: le nombran, helecho platicero.

Nadie niega las dificultades, muchos problemas que enfrentar, pero la buena gente de ese icónico poblado de #MantuaDeCuba se mantiene serena.

Por eso es insustituible este contacto humano. La gente necesita saber que hay personas ocupándose de los problemas, y que, aunque no pueden resolverlos todos, están junto a ellos.