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Información del municipio Mantua

Participación en las luchas independentistas

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El primer síntoma de rebeldía que recoge la historia mantuana, se remonta a la temprana fecha de 1848. El día 15 de junio y a pesar de la fuerte vigilancia impuesta por las fuerzas reales, mantuanos decididos por la cubanía restregaron con excremento de res el escudo de armas reales colocado en la fachada del edificio ocupado por la administración de Mantua.

El acto conmovió a las autoridades a tal punto que el propio Teniente Gobernador de Nueva Filipina se trasladó hasta Mantua para dirigir personalmente las acciones represivas.

Uno de los primeros ecos revolucionarios en vueltabajo fue el levantamiento organizado en 1868 por el Dr. Enrique Dámaso Rubio y Díaz que, aunque sufrió un revés prematuro, sirvió para ir madurando el espíritu de rebeldía en este apartado lugar.

No cesaron las alarmas engendradas en Mantua por los destellos de la contienda emancipadora. En Abril de 1869, en oficio reservado del Estado Mayor al Comandante General de vueltabajo se anunciaba que una expedición organizada por insurgentes cubanos en las costas de la Florida había elegido el litoral de este territorio para el desembarco de revolucionarios y pertrechos. Aún el 18 de Septiembre de ese año, el ayuntamiento local tomaba medidas al respecto.

El 5 de agosto de 1894, el joven Maximiliano Quintana Silva teniendo creadas las mínimas condiciones, planifica junto a un grupo de allegados tomar por asalto la cárcel del pueblo en una acción denominada “El Levantamiento de Ocuje”. El plan fue frustrado por un empleado doméstico, que enterado de los acontecimientos que se iban a producir, lo pone en conocimiento del padre de Maximiliano, un español influyente de la época.

El 22 de enero de 1896 llega a Mantua la Columna Invasora, poniendo fin a la gloriosa Campaña de la Invasión. El propósito de llevar la antorcha libertaria hasta el final de occidente había llegado a su fin exitosamente. Detrás quedaban decenas de heroicas jornadas, de sacrificios, de afanes patrióticos y valor sin límites. Al frente de estos hombres un héroe de leyenda y bronce: Antonio Maceo Grajales, quien ante el asombro del mundo sostuvo enconados combates contra fuerzas superiores en hombres y armamentos, obteniendo brillantes triunfos.

En un lugar conocido como Mangos de Roque instaló Maceo su Estado Mayor. El 23 de enero, en el antiguo ayuntamiento, fue firmada el Acta Capitular por el fin de la Invasión. Luego se le ofreció un banquete en la casa de Simón Docal, regidor del ayuntamiento y un baile en el casino español. El día 24, en horas de la madrugada, se levanta el campamento y las tropas invasoras se retiran de Mantua. Marchan con Maceo 65 hijos del territorio que se incorporan a su tropa entre ellos Maximiliano Quintana Silva.

El 22 de febrero de 1896 y para evitar que cayera de nuevo en manos del ejército español, el pueblo es reducido a cenizas por las fuerzas mambisas. Los escuadrones de Ramón Lazo y José Estévez en cumplimiento de la orden librada por el coronel Antonio Varona, protagonizan el acontecimiento que más tarde pasará a formar parte importante de la historia de esta zona vueltabajera.

Regresaría Maceo nuevamente al territorio mantuano en septiembre de ese mismo año en espera de la expedición del general Juan Rius Rivera, que procedente de Estados Unidos arribaría a costas cubanas por el extremo occidental. Se desarrollaría la Segunda Campaña de Maceo en Mantua.

A finales de 1956, se crea una célula motriz del MR-26-7 en el territorio de Mantua. Unos meses después, a principios de 1957, hacen contacto con la dirección provincial del movimiento y se crean grupos de combatientes y colaboradores en varias zonas del municipio.

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